Pensamos que alimentar a nuestros hijos consiste en nutrirlos con alimentos de buena calidad en una proporción saludable. Algunos de estos alimentos se adquieren en el mercado y otros los llevamos puestos. Para muestra un botón. air max thea blanche ¿Qué hacen mamando algunos niños de 2 ó 3 años? Nutrirse, sí, pero de inteligencia. La relación afectiva entre madre e hijo es la garantía del buen desarrollo. Las proteínas de la leche construyen el cuerpo y las del afecto hacen a la persona. Podemos preparar un exquisito menú. En los aperitivos sonrisas. Nos sentamos a la mesa y decimos a nuestro hijo las ganas que teníamos de estar aquí, juntos. nike air presto femme bordeaux De primero una buena sopa de respuestas, nunca preguntas. Aprovechamos para contarles las cosas que pensamos, lo que nos ha sucedido, lo que acumulamos como experiencia de nuestra vida. Y pasamos al plato fuerte, un segundo contundente, de opiniones, reflexiones y saberes. Es el momento de abrir el diálogo, de escuchar, de mostrar cómo utilizamos nuestro pensamiento, de aderezar las ideas con las salsas de la moderación y del respeto. nike x fragment Compartir así la comida con nuestros hijos es dulce para nosotros y vigorizante para ellos. Estimulamos su inteligencia, su conocimiento del mundo y de la vida. Fjallraven Kanken UK Aprenden a escuchar y a expresarse. nike roshe run A nuestra edad debemos pasar de los postres, pero ellos no. nike pegasus Ellos deben levantarse de la mesa bien servidos, se marchan sabiendo que tienen padres. Fjallraven Kanken Mini ¡Menudo lujo! ¿Alguien ha dicho que la tele estaba encendida…? Lo dejo para vuestra reflexión.